El buque deja atrás los 30 metros de piedra sobre los que ‘descansaba’ desde hace una semana. Salvamento logra reflotarlo para su posterior traslado y remolcaje a puerto de Motril, donde fue varada.
Carchuna le dice adiós a una de sus atracciones accidentales. «Ese barco velero cargado de sueños cruzó la bahÃa», canturreaban los operarios mientras el Sar Mastelero, el buque de Salvamento MarÃtimo remolcaba el yate encallado en la playa. Más de ocho horas de trabajo después, la embarcación dejaba atrás 30 metros de piedra sobre los que ‘descansaba’ desde hace más de una semana.
18 efectivos en la arena, 10 en el buque de Salvamento y otros cuatro tripulantes en la Salvamar Gineah participaron en la ardua tarea de rescate. Con globos a presión en el interior del ‘megayate’ y rodeando el exterior del barco, los operarios le otorgaron al ‘Neeveen’ la flotabilidad que habÃa perdido en su desventura contra las rocas para remolcarlo hasta el puerto de Motril.
Una vez reflotada la embarcación, fue remolcada a Puerto Motril donde el dÃa Viernes fue Varada.